martes, septiembre 03, 2013


Nueve meses
1.- Con poco más de 12 mil muertes violentas entre enero y agosto de 2013, una galopante militarización sin visos de éxito en Michoacán, ejecuciones que repuntan en los dos últimos meses, grupos de autodefensa mezclados con sicarios, inexistentes gendarmes anunciados con bombo y platillo y una estrategia de seguridad que en poco se diferencia de la del panismo, el presidente Enrique Peña Nieto llegó a nueve turbulentos meses en el poder, a pesar de sí mismo.                     
2.- El aparente repliegue de militares y navales, el uso de material avanzado para operaciones de vigilancia y alto impacto contra el narco se suman a las detenciones de decenas de sujetos vinculados a los cárteles de la droga, en capturas publicitadas como tremendos golpes a las estructuras de un negocio poderoso, en expansión, con multimillonarias ganancias, con contactos y presencia más allá de nuestras fronteras y con una base social que en el sexenio pasado el titular de la Sedena, el general Guillermo Galván, estimó en poco más de 500 mil  personas.

3.- Lo cierto es que en nada ha alterado la estrategia de EPN la estructura de largo aliento del narco. Michoacán es un estado sometido, sin control, sin estado de derecho y fracturado por el terror  sembrado por la Familia Michoacana, los Caballeros Templarios, células del Cártel de Jalisco Nueva Generación, de los Beltrán Leyva y rescoldos de los Zetas.
Michoacán tiene hoy territorios en los que se vive una virtual guerra de baja intensidad, como sucede en Tamaulipas, en donde Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo son puntos en conflicto constante, en los que se habla en voz baja, se discute la realidad local con calma, entre familiares y amigos de extrema confianza, siempre en casa, nunca en la calle. La calle es de ellos, de los otros.

Enlace .....