Marchan #YoSoy26 a Los
Pinos; piden mesa de diálogo
Jorge Alejandro Medellín
La renuncia del general Cienfuegos a la
Sedena, un régimen especial de derechos humanos para los militares y no ser
juzgados por civiles, entre las exigencias de los inconformes.
La marcha, convocada por la abogada Ana Lucía Zavala
Rodríguez, presidenta de la Organización
Humanistas Por el Progreso Social (OHPS), reunió a 146 personas y fue
apoyada por la Fundación Gutiérrez
Rebollo, creada por el abogado penalista César Gutiérrez Priego, hijo del
general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien estuvo al frente del grupo.
Otras organizaciones como la Federación de Militares Retirados “General Francisco J. Múgica, A.C.”,
dirigida por el general retirado Samuel Lara Villa, anunciaron su adhesión a la
marcha, pero en el último momento declinaron participar.
La cita para iniciar la marcha fue a las once de la mañana,
frente a la Catedral Metropolitana. Allí llegaron dos micros de la Ruta 76 en
los que iba el grueso de los integrantes y adherentes a la marcha. Los micros
llevaban sendas mantas a los costados en las que se mostraban fotos del
presidente Enrique Peña Nieto y del
secretario de la Defensa Nacional, el general
Salvador Cienfuegos Zepeda.
Las mantas llamaban Traidores a la Patria a Peña Nieto y
a Cienfuegos, y los acusaban de construir sus casas con dinero de los soldados,
tener en el descuido los hospitales militares y no destinar recursos a familias
de soldados caídos en lucha contra el narco.
Esto contravino el anuncio de la organizadora Ana Lucía
Zavala, quien días antes aseguró que no habría mantas o consignas letreros ofensivos o en los que se pidiera la
renuncia de alguien. No fue así.
Junto a los camiones, un auto compacto llevaba un sistema de
altavoces en el que se escuchaban algunos de los 25 puntos de un manifiesto repartido a reporteros y a
simpatizantes de la marcha.
El contingente salió del Zócalo a las 12:30 por la calle 5
de Mayo, para tomar después Avenida Juárez y luego Reforma hacia Auditorio
Nacional. Porras adecuadas para rimar con el término “militar” o militares” o
“26”, eran cantadas por un contingente integrado en su gran mayoría por
mujeres.
El Himno Nacional fue entonado al menos una veinte veces en
todo el trayecto, en el que el auto compacto no dejó de repetir en desde las
bocinas montadas en su techo, el mensaje grabado exigiendo la renuncia del
general Cienfuegos, que los militares no sean juzgados por civiles, que se cree
un régimen especial de derechos humanos para los militares, mejores
prestaciones de vivienda, estímulos económicos para los militares que pelean
contra el narco, así como tratamiento psicológico y becas completas para los
hijos de militares caídos en combate a las drogas.
El contingente estuvo encabezado por los abogados Ana Lucía
Zavala y César Gutiérrez Priego, a quienes acompañaron Bertha Martínez Ledezma,
hija del general Ricardo Martínez Perea.
La marcha #YoSoy26 llegó a la calzada Chivatito casi a las 3
de la tarde. Allí, un grupo de granaderos de la policía capitalina les cerró el
paso a Los Pinos.
César Gutiérrez y la abogada Zavala entregaron un pliego de
11 puntos a personal de la Presidencia de la República, destacando la exigencia
de establecer una mesa de diálogo y acercamiento para revisar casos
particulares y para obtener garantías de que el personal militar recibirá un
juicio justo en el caso de la masacre de Tlatlaya, en el que ya hay un
teniente, un subteniente seis de tropa consignados por los hechos ocurridos el
30 de junio pasado.
César Gutiérrez dijo que si la respuesta de Los Pinos es
satisfactoria, “no tendremos necesidad de hacer otra marcha como esta”.