Estado fuerte… Estado impune
Se invita incluso a la gente a correr y andar en bicicleta al interior de las instalaciones castrenses.
1.- El Estado mexicano, el Estado priísta, por definición, renace fuerte, autoritario, cerrado, coludido e impune.
2.- Para demostrarlo no basta un solo botón; sobran muchos. Están en
esa parte del quehacer diario de las fuerzas armadas mexicanas que
desconocemos, hasta que alguien lo hace visible y patente, hasta que de
la entrega se pasa, en un parpadeo, al abuso, al delito y el
encubrimiento, a la impunidad institucional.
3.- El Estado mexicano ha jugado y juega hoy, con mayor cinismo, con
total determinación y apertura, dobles y triples juegos de poder. Uno de
ellos, quizá el más decantado por contar con el apoyo tácito de muchos
medios de comunicación, es de la transparencia y rendición de cuentas.
4.- En este terreno, dependencias como la Secretaría de la Defensa
Nacional y la de Marina mantienen impecables sus récords de opacidad,
desinformación e impunidad (operativa, informativa e institucional).
5.- Al mismo tiempo, gastan fuertes sumas de los presupuestos
asignados en promover su imagen, en difundir sus logros y en tratar de
congraciarse (virtualmente) con la sociedad mexicana.
En 2012, el último año panista en el poder, la Sedena gastó 242
millones de pesos en su Dirección General de Comunicación Social (por 69
millones de pesos utilizados por la Dirección General de Derechos
Humanos).