jueves, julio 23, 2015


Descomposición

Fuerzas armadas quedan expuestas y acaban por abusar de quienes los ven como la última respuesta del Estado ante la inseguridad.
No terminan los tiempos tormentosos para las fuerzas armadas. No termina el tiempo de ingobernabilidad, de desorden y estulticia que se refleja en el desconcierto entre soldados, marinos y elementos de la fuerza aérea.
El desorden viene de arriba, del mando supremo. Se va distribuyendo poco a poco, de manera inexorable entre los funcionarios del gabinete de seguridad. No hay guía, trabajosamente habrá ruta, objetivo real a partir de escenarios amplios y planeamiento a largo plazo.
Soldados y marinos tienen sus objetivos. Planean, calculan, sacan adelante las metas presupuestadas, pero lo hacen con lo poco claro que hay en su entorno; con escasas herramientas jurídicas, con un pobre marco legal, en medio de un desorden sin manchas.