martes, abril 26, 2016


Pregúntele al general

El aspirante a ministro quemó sus naves con el sector militar.
Hace una semana el procurador de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, aspirante a ocupar una de las vacantes que a partir de hoy quedan en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), compareció ante el Senado de la República para exponer los motivos por lo que quiere ser ungido como ministro.
 Colocado ante el dilema de proteger a su jefe Eruviel Ávila y protegerse a sí mismo y a la dependencia estatal que encabeza, Gómez Sánchez no tuvo más remedio que mandar por un tubo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y a su titular, el general Salvador Cienfuegos Zepeda.
 Lo mismo hizo, en un solo acto, con la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM), y con el penalista Juan Velázquez -asesor estrella de los poco eficaces abogados militares que llevaron al principio el caso Tlatlaya-.

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