Asume Cienfuegos el mando en Sedena; Galván se despide
Jorge Alejandro
Medellín
Con el frío de la madrugada y ante más de mil 400 militares
de diversas armas y servicios, el general de División Salvador Cienfuegos
Zepeda tomó posesión como nuevo secretario de la Defensa Nacional (Sedena) en
la Plaza de la Lealtad, de esa dependencia, en donde se comprometió a cumplir
con las misiones encomendadas por el presidente Enrique Peña Nieto “con estricto
respeto al estado de derecho y a las garantías individuales”.
Ante 134 generales, mandos y cadetes desplegados en la
plaza, Cienfuegos dio sus primeras órdenes y dijo sus primeras palabras como
nuevo titular de la Defensa Nacional, asegurando que las tropas y jefes a su
mando desde hoy, acatarán en todo momento las órdenes y disposiciones del
presidente Enrique Peña Nieto, con una misión fundamental: “darle seguridad y
tranquilidad a la población”.
Minutos antes, en Palacio Nacional, el militar, ya como
parte del gabinete legal de Peña Nieto, atestiguaba la ceremonia de cambio de
poderes presidenciales para luego trasladarse en el helicóptero Black Hawk
DN-01 a las instalaciones de la Quinta Galeana (la residencia del titular de la
Sedena en turno) en donde lo esperaba el general Guillermo Galván, ahora ex
secretario de la Defensa.
A las 12:50 de la madrugada, en dos camionetas escoltadas
por personal militar vestido de civil, los generales Cienfuegos y Galván
llegaban a la explanada de la Sedena en donde una estatua de bronce de un
águila devorando a una serpiente era flanqueada por 1,338 soldados, cadetes,
policías militares, fuerzas especiales, paracaidistas y personal de infantería
y enfermería preparados para atestiguar el cambio de mando.
Galván y Cienfuegos caminaron desde un costado de la plaza
hacia la plataforma en la que ya estaban acomodados en sillas blancas los
familiares de los mandos salientes. Sonrientes y saludando a los jefes y a las
tropas, los generales eran iluminados por decenas de flashazos mientras las
luces de colores verde, blanco y rojo brotaban de las fuentes que rodeaban al
águila de seis metros que quedó frente al nuevo DN-01.
A las 12:53, el general de Brigada Gabriel García Rincón,
jefe de la Sección Primera (Recursos Humanos) de la Sedena, leía el decreto
presidencial por el cual el mandatario entrante Enrique Peña Nieto le confería
al general Cienfuegos Zepeda el cargo de secretario de la Defensa Nacional con
base en el Artículo 89, Sección II, de la Constitución del país.
A continuación, fue leída a todo el personal militar la
Orden Extraordinaria para reconocer la labor del general Galván durante su
administración, destacando su afán por mejorar la calidad de vida de los
militares, por hacer más eficiente la operatividad de las tropas y elevar las
relaciones cívico-militares.
El nuevo secretario de la Defensa tomó la palabra para fijar
a grandes rasgos lo que será la encomienda de las tropas de tierra y aire
durante su gestión. Antes de pronunciar un breve discurso, el general
Cienfuegos pidió la presencia a su lado de los integrantes de la Plana Mayor
saliente.
El general Cienfuegos dio la orden de conservar el primer
tiempo del saludo y entonces acompañó a Galván y a su esposa para que abordaran
una camioneta no oficial, sin matrícula militar. Los abrazos marcaron la
despedida. A la 01:05, Cienfuegos regresaba solo al templete para hablar ya
como secretario de la Defensa de Enrique Peña.
El general Cienfuegos se dijo satisfecho por ver coronados
sus esfuerzos de llegar al máximo cargo en la Sedena y reconoció la labor y el
sacrificio de los militares desplegados en todo el territorio nacional.
Dijo que la continuidad es un signo de madurez y desarrollo
y adelantó que esta dinámica será respetada y llevada adelante en su
administración para cumplir sus misiones generales y para continuar el
desarrollo de las fuerzas armadas.
Cienfuegos señaló que el
presidente Enrique Peña Nieto “demanda de todos nosotros la entrega y
profesionalismo que nos reconoce para respaldar su proyecto de gobierno”.
A él, agregó, “debemos lealtad, obediencia y respeto;
acataremos cabalmente las directivas que emita para que la población pueda
desarrollar sus actividades productivas a plenitud, en un ambiente de seguridad
y confianza”.
Hacerlo, “demandará
un estricto respeto al estado de derecho y a las garantías individuales”,
anticipó el general. El compromiso de los militares sólo puede ser demostrado
con trabajo y resultados, agregó.
Poco antes de la 01:15 de la madrugada, Cienfuegos recibió
la salutación de los 134 generales y mandos territoriales que lo acompañaron en
la ceremonia. Luego saludó a los familiares de los generales y acompañado por
su esposa caminó hacia la salida a la Quinta Galeana, en donde los esperaban
tres camionetas con escoltas.