REGRESAN LOS BUQUES DE MARINA DE LA OPERACION UNITAS 50

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

El pasado 12 de mayo arribaron a puertos mexicanos los buques ARM F-214 "Mina" y PO-"Oaxaca", de la Armada de México, tras participar durahnte dos semanas en la edición 50 del Ejercicio Internacional de Guerra Antisubmarina (UNITAS) frente a las costas de Florida.

El regreso de las naves marcó la segunda participación de la Marina en los ejercicios, alos que asistió por primera ocasión en febrero de 2002, cuando la UNITAS se efetuó en Fase 43-Caribe, bajo la coordinación de la Armada de Colombia.

En esa ocasión la Marina envió a la Fragata ARM-212 Abasolo para tomar parte en las operaciones multinacionales en los que los mandos y marinos mexicanos realizaron prácticas antiterroristas, de combate al narcotráfico, de intercepción marítima, de revisión de buques en puerto y en alta mar, así como ejericicios de tiro de precisión, anaveaje, recstae y auxilio en el mar.

Sin embargo, aquella salida del buque Abasolo se dio sin que el Senado de la República lo autorizara, sino solamente el entonces presidente Vicente Fox.

Con ello, mandatario y el almirante Marco Antonio Peyrot, entonces secretario de Marina, violaron el artículo 76 de la Constitución Política del país, que establece en su párrafo tercero que el Senado tiene entre sus atribuciones la de revisar y autorizar o negar en su caso, las solicitudes que le formulen para avalar la salida de buques y personal militar al extranjero para sumarse a operaciones internacionales.

El episodio casi le cuesta el cargo al almirante Peyrot, quien estuvo a punto de ser sometido a juicio político por haber ignorado lo señalado en la Constitución, pasando por encima del Senado.

Pese a ello, la Armada de México siguió recibiendo invitaciones para participar no solo en la UNITAS, sino en otras operaciones como la PANAMAX, efectuada desde el 2001 en la zona del Canal de Panamá para adiestrar a las armadas de la región en operaciones contra el terrorismo, antidrogas y de tráfico de sustancias y personas.

Peyrot, y luego el almiranteMariano Francisco Saynez, actual titular de Marina, se abstuvieron de promover la salida de buques a nuevas misiones, salvo en los casos en que la Armada envió buques con ayuda humanitaria a otros países.

El contexto de la ola de violencia del narcotráfico en México, la violencia desatada en la frontera con los Estados Unidos, así como los ataques del EPR contra instalaciones de Pemex, se unieron a la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.

Con él parece iniciarse una nueva etapa en la relación bilateral en materia de seguridad nacional, en ese contexto se fueron dando los acercamientos acelerados con el Pentágono, enfocados a lograr la armonización de la relación en materia bélica bajo la interpretación de los Esados Unidos.

México no tuvo mucho márgen de maniobra para rechazar las presiones y no sumarse a una operación internacional en la que el mando recaería en militares estadunidenses.

Este escenario es y ha sido sostenido durante décadas por todos los titulares de la Sedena cuando se les ha mencionado la sola posibilidad de recibir órdenes de generales norteamericanos.

El general Clemente Vega, anterior secretario de la Defensa, fue el último en decr a los cuatro vientos que nunca ningún militar mexicano estaría bajo las órdenes de un militares de los Estados Unidos.

En cuanto a la participación de la Armada de México, la dependencia que encabeza el almirante Saynez difundió el siguiente comunicado sobre el regreso de los buques Mina y Oaxaca:

"El día de hoy arribaron a territorio nacional los dos buques y respectivas tripulaciones de la Armada de México que participaron en la Operación Unitas 50-09, tras haber concluido los ejercicios navales organizados anualmente por la Armada de Estados Unidos de América, mismos que en esta edición fueron ejecutados del 19 de abril al 7 de mayo, en Mayport, Florida, contando además con la asistencia de otras Armadas como las de Alemania, Brasil, Canadá, Chile, Colombia y Perú.

Por parte de la Secretaría de Marina-Armada de México participaron la fragata ARM Mina F-214 con un helicóptero Bolkow BO-105 embarcado, misma que arribó al puerto de Tampico, Tamaulipas y la patrulla oceánica ARM Oaxaca PO-161 con un helicóptero Panther embarcado, la cual arribó a Coatzacoalcos, Veracruz, además de Capitanes en el Estado Mayor Multinacional y en el Estado Mayor de Operaciones Ribereñas, así como elementos de Infantería de Marina.

Durante UNITAS 50-09 la Armada de México tomó parte en diversos ejercicios, con enfoques hacia: El mantenimiento del Estado de Derecho y contra la delincuencia organizada; Defensa y protección de los intereses marítimos nacionales; Salvaguarda de la vida humana en la mar, búsqueda y rescate.

Los ejercicios en los que tuvo participación directa la Armada de México tuvieron la finalidad de adquirir habilidades para operar diversos sistemas de armas; lograr la identificación, evaluación y determinación de altitud de blancos aéreos pequeños piloteados a control remoto; entrenar al personal en la búsqueda electro óptica con cámara infrarroja mediante el lanzamiento de bengalas; entrenamiento para detección e interceptación de buques sospechosos; entrenamiento de la tripulación para maniobras de aproximación y navegación a corta distancia de otro buque, con el fin de recibir combustible o personal; entrenamiento de personal para mantener un buque en su posición asignada, en la puesta de servicio de los sistemas de armas y de control de tiro.

Cabe destacar que en estos ejercicios navales el personal de la Armada de México aprovechó el ambiente de riguroso entrenamiento para mejorar tácticas, técnicas y procedimientos estandarizados en el ámbito naval militar, a fin de dar cumplimiento de las misiones asignadas.

En cuanto a la experiencia obtenida el personal integrado al Estado Mayor Multinacional destaca la actualización de procedimientos y medidas de seguridad, además de la protección que existe a las especies marinas en el desarrollo de operaciones navales contra emisiones de sonar y ejercicios de artillería.

La Armada de México encontró en esta experiencia una oportunidad insustituible de participar en conjunto con otras Armadas y de esta manera fortalecer los vínculos de amistad y cooperación con diversos países, además de ampliar su perspectiva y conocimientos respecto a ejercicios de carácter naval militar".