“Daños colaterales” y omisiones presidenciales
September 7, 2010
— 12:00 am
Jorge Alejandro Medellín
En medio de una fuerte campaña mediática para reposicionar a las fuerzas armadas mexicanas ante la sociedad civil de cara a los festejos del 15 y 16 de septiembre, los muchachos del general Galván y de su Comandante Supremo, Felipe Calderón, volvieron a hacer de las suyas y acribillaron a una familia en un retén ubicado en el municipio de General Escobedo, en Nuevo León, porque no se detuvo para una revisión de rutina.
Esa es la versión oficial. La de los sobrevivientes al ataque señala que no había ningún retén y que los militares dispararon porque el auto en que viajaban las víctimas intentó rebasar a un convoy del Ejército y esto bastó para ser rafagueados.
Este es el tercer episodio de agresión mortal de militares a civiles que protagonizan tropas de a Séptima Zona, con base en Escobedo, bajo el mando, otra vez, del Coronel de Infantería DEM, Saúl Luna Jaimes.
Sus soldados participaron en la balacera en la que murieron los estudiantes de posgrado del Tec de Monterrey, Jorge Antonio Mercado Alonso y Aurelio Javier Arredondo Rodríguez, el 19 de marzo de este año.
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