Generales, en la mira del narco.
Los generales en retiro a quienes la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha solicitado su apoyo para ocupar cargos de Seguridad Pública en las regiones del país dominadas por la violencia del narco, están en la mira de Los Zetas.
Por: Jorge Alejandro Medellin
Ciudad de Mexico.- La ejecución del General de Brigada en retiro Manuel Farfán Carriola ocurrida el 2 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en donde fue nombrado director de Seguridad Ciudadana apenas un mes antes, abre un nuevo frente de conflicto para el Ejército mexicano.
Esto porque el alto mando de la Sedena, el general Guillermo Galván, ha recurrido paulatinamente a los militares en retiro y con experiencia en áreas de Seguridad Pública para que se sumen como secretarios de Seguridad estatal, directores de Seguridad municipal o bien como parte de proyectos para enfrentar a la delincuencia en un esquema de respuesta a este fenómeno.
Para que esto sea posible, los gobernadores de los estados en los que el Ejecutivo decida que los cargos de Seguridad Pública sean ocupados por militares, deben enviar a la Defensa Nacional una carta explicando la situación de inseguridad de la entidad o del municipio en el que se desempeñaría el personal castrense.
La carta es turnada también a la Secretaría de Gobernación mientras la Sedena estudia la petición y decide si envía a un militar en activo (con licencia) o si envía a uno en retiro, pero que reúna las características para hacerse cargo del mando en Seguridad Pública.
Hasta el momento, el gobierno del priísta Egidio Torre Cantú no ha enviado a la Sedena ninguna petición para que el cargo que ocupaba el general Farfán Carriola sea asumido por otro militar.