Caen 8 militares con una tonelada de cocaína
Confirma el comandante de la Segunda Región Militar, general Alfonso Duarte, que los elementos castrenses colaboraban con un grupo de civiles para traficar drogas en Tijuana ENLACE, AQUI...
Jorge Alejandro Medellín
El Ejército Mexicano enfrenta un nuevo escándalo no solo por los nexos de un grupo de soldados y oficiales con el narcotráfico, sino porque esta vez no se trata de un caso aislado de militares cometiendo delitos contra la salud, sino de la existencia de una red de trasiego de drogas desde el Distrito Federal hacia la frontera con los Estados Unidos a través de la costa del Pacífico, en una ruta dominada por el cartel de Sinaloa.
Lo más grave de todo es que es descubrimiento de esta red fue circunstancial, que su existencia burló la operatividad, los controles y el trabajo de la Sección Segunda (Inteligencia) y de la Sección Séptima (Operaciones Contra el Narcotráfico) de la SEDENA y de las instancias de Control de Confianza al interior del instituto armado.
Un primero grupo de militares fue detenido hace unas semanas en Ensenada, Baja California, de manera fortuita, luego de que una mujer que llevaba un cargamento de mariguana fue descubierta por policías estatales.
La mujer confesó que llevaba droga y que tenía que repartir dinero a varias personas para que la dejaran cruzar retenes y puestos de seguridad.
Uno de los retenes era el de un pelotón de soldados pertenecientes a la 2a Zona Militar ubicada en Tijuana.
La mujer indicó que le daba a los soldados del puesto de control 5 mil pesos para que la dejaran pasar con paquetes de mariguana. La mujer dijo que trabajaba para la organización de Sinaloa.
Con esos datos, la policía estatal se puso en contacto con el Comandante de la II Región Militar, el General Alfonso Duarte, quien notificó a la SEDENA para que se procediera en consecuencia.
Los 10 soldados que estaban asignados el retén en San Quintín fueron detenidos y llevados a la SIEDO, en la ciudad de México, en donde quedaron arraigados desde el 10 de febrero.
Veinte días más tarde, la Policía Judicial Militar (PJM) planeó una operación de seguimiento para identificar al resto del grupo y vigilar de principio a fin su viaje desde la capital del país hasta su destino final, en la frontera con los Estados Unidos.
Los judiciales militares inicaron el operativo de captura para detenr a 10 elementos, pero dos de ellos lograron escapar. Entre los detenidos quedó un capitán primero, un subteniente y seis soladados de infantería.
Este episodio ensucia el éxito de la Magna Exposición La Gran Fuerza de México, en la que la SEDENA mostraba sus avances, sus logros y el sacrificio de sus tropas en la lucha contra el narcotráfico.
Ensombrece también los reclamos de México ante el gobierno de los Estados Unidos originados por la difusión de loas cables de WikiLeaks, en los que la Embaja de los Estados Unidos y el Consulados de ese país en Monterrey han señalado al Ejército Mexicano de ser flojo, poco valiente y dócil en el combate ante los cárteles de la droga.
La confirmación de este nuevo caso de tropas vinculadas al narcotráfico sale a la luz pública justo en los momentos en que el presidente Felipe Calderón visita en Washington al mandatario estadunidense Barack Obama para hablar de la falta de cooperación de su gobierno para combatir más a fondo al crimen organizado, impidiendo o controlando al menos el flujo de armas ilegales hacia México.
La SEDENA y la PGR han guardado silencio total en torno a este asunto. La PGR emitió un escueto boletin sobre los primeros 10 detenidos.
A conocerse la noticia de la detención de otros 8 militares, los reporteros buscaron la postura de la SIEDO ante cuyos agentes del Minsterio Público federal debieron ser puestos a disposición tan´pronto fueron detenidos.
Sin embargo, voceros de la SIEDO negaron tener conocimiento del caso y agregaron que ningún otro militar -salvo los primeros 10 detenidos- ha sido llevado a sus instalaciones por parte de la SEDENA.
Del segundo caso nadie, salvo el General Duarteo, ha dicho nada. La Defensa Nacional ha guardado silencio toda vez que la captura de los 8 militares con casi una tonelada de cocaína ocurrió hace más de tres días.