martes, mayo 20, 2008

Plantean presupuesto como el asignado a Irak y Afganistán.

Operativo Culiacán-Navolato.
Foto: Jorge A.Medellín.




NARCOVIOLENCIA EN MEXICO, TEMA DE SEGURIDAD NACIONAL PARA EEUU.

JORGE ALEJANDRO MEDELLIN

Analistas militares norteamericanos expertos en terrorismo consideran que la violencia generada por el narcotráfico en el norte del país “merece el mismo nivel de interés y asignación de recursos que los que reciben las guerras de Irak y Afganistán”.
El Doctor Gordon James Knowles, Oficial de Antiterrorismo de la Brigada de Asuntos Civiles del Fuerte Schaffer, en Hawai, advierte que “no debemos considerar esta situación como un asunto marginal relacionado con la Guerra contra el Terrorismo, sino como un asunto de seguridad nacional”.
A largo plazo, sostiene, “estas acciones disminuyen la libertad individual de los civiles en EUA y México, al socavar la capacidad gubernamental de ambos países para mantener sociedades en las cuales es posible el pleno ejercicio de las libertades civiles”.
El estudio de Knowles, titulado “Análisis de Amenazas: el crimen organizado y el narcoterrorismo en el norte de México” publicado este mes en Military Review Edición Hispana, surge en un momento importante de la crisis de seguridad pública y nacional que vive el país bajo el gobierno del presidente panista Felipe Calderón ,como resultado de la respuesta violenta de todos los cárteles de la droga tanto a la estrategia del Estado para combatirlos, como a las organizaciones criminales reagrupadas en nuevos frentes.
En momentos en los que arrecia la violencia del narco en todos los frentes y en casi todas las formas posibles, el texto de Knowles aborda el tema asumiendo desde el inicio que el asunto es tema de seguridad nacional y que desde esa perspectiva debe ser visto por propios y extraños.
Es la opinión de un experto en el tema. Su artículo tiene muchas lecturas, porque muestra el divorcio en el análisis estratégico que esixte entre ciertos sectores militares y del gobierno norteamericano.
Hace seis años, durante los preparativos de ataque en contra de Irak, el gobierno estadunidense hizo malabares para reducir al mínimo el impacto social y de los analistas en torno al gasto bélico que le significaría a los norteamaricanos la invasión y derrocamiento al gobierno de Saddam Hussein.
La cifra entonces se estimaba en 60.000 millones de dólares (46.450 millones de euros.
Hoy, la suma gastada en la guerra de invasión a Irak y Afganistán supera con mucho esa cifra.Organismos oficiales como la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, en sus siglas en inglés) indicaba que a partir de 2007 los costos de operación bélica en esa región del mundo superan promedio los 9 mil millones de dólares ...por mes.
Así, resulta por mucho ridícula -por decir los menos- la decisión del Congreso estadunidense de "aportar" 350 millones de dólares al aprobar la llamada Iniciativa Mérida para coordinar el combate a las drogas con el gobierno de México.
Mucho se ha comentado ya sobre esta iniciativa y el enorme retroceso que representa en términos de verdadera cooperación y compromiso de corresponsabilidad en la lucha antinarco por parte de los Estados Unidos.
En este sentido no hay mejor evidencia sobre las disparidad de visiones en el tema de la lucha antidrogas existente entre civiles y militares en los Estados Unidos.
El catedrático Knowles mezcla en el cocktail de la narcoviolencia fronteriza a los cárteles de la droga, a los grupos terroristas (al menos 20 personas de origen iraní, pakistaní, afgano y pelstino han sido detenidas en la franja fronteriza con California), a la guerrilla (capaz de volar ductos de Pemex) para justificar la nada halagüeña perspectiva de un territorio caliente en ebullición y sin el men or control por parte de autoridades mexicanas.
Por eso pide toda la atención a la zona y el mismo trato -al menos en cuanto al despliegue presupuestal- que se le da a la guerra en medio oriente.
El autor va más allá y establece que "el método más eficaz de atacar a una organización del narcotráfico no es decapitando a sus lideres, sino a su infraestructura operativa y a los componentes claves que tienen impacto en sus ganancias. En otras palabras, el punto clave es el de privar al cartel de los medios para ganar dinero".
Al final de su texto, Knowles acierta en forma paradójica al señalar que todas las acciones y esfuerzos conjuntos o separados que puedan darse para atacar al narcotráfico de poco valdrán (para el caso de México) "debido a la permanente sospecha de la comunidad mexicana respecto de las intenciones de EUA".
Decisiones como la adoptada por los congresistas norteamericanos para no comprometerse en la lucha antidrogas, exigiendo además un monitoreo sobre las acciones de las fuerzas armadas y policíacas para el cumplimiento de una agenda de derechos humanos en el combate a los cárteles solo confirman que el camino se torna más difícil y sigue pasando, del lado americano, por senderos de prejuicio, abuso, inacción, irresponsabilidad y maniqueísmo con respecto a un problema que no se limita ahora al paso de drogas.
En la agenda de seguridad fronteriza aparecen también el tráfico de personas, de precursores químicos, tráfico de armas de alto poder, lavado de dinero, la acción de sicarios en ambos lados de la frontera, la corrupción policial en ambos países y el creciente consumo de estupefacientes en poblaciones cada véz más jóvenes.