domingo, junio 06, 2010

Tema en Milenio Semanal.

En busca de un Obispo Militar
La figura de obispo o capellán militar no existe en el Ejército mexicano, aunque ante el recrudecimiento de la guerra contra el narco y las numerosas muertes de soldados y marinos hay voces que exigen se establezca este apoyo religioso.
Jorge Alejandro Medellín.
Uno.- Seis jóvenes viajan al poblado de Santiago de los Caballeros, en el municipio de Badiraguato, Sinaloa. Van a una fiesta. En un retén militar los soldados les marcan el alto para una revisión. Pero el conductor sigue su marcha. La tropa dispara sobre la camioneta y mata a cuatro de los jóvenes. Dieciséis militares quedan bajo investigación por lo ocurrido.
Dos.- A las afueras del Tecnológico de Monterrey, en la capital del estado de Nuevo León, se desata una persecución. Los militares buscan a varios sujetos fuertemente armados que huyen en varias camionetas. En la balacera dos jóvenes mueren por el fuego cruzado entre soldados y sicarios. Los militares aseguran que los fallecidos eran parte del grupo criminal. Así lo dan a conocer a la Procuraduría General de la República (PGR) y ésta, a su vez, lo informa a los medios de comunicación. Un día después se conoce la verdad: las víctimas eran en realidad destacados estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey. No hay militares detenidos por los hechos.
Tres.- Dos familias viajan por la carretera de La Ribereña, al norte de Tamaulipas. Van hacia la playa de Matamoros a pasar el día. Al llegar a un retén militar, bajan los vidrios para que los soldados vean quiénes viajan en el vehículo. Los militares no les indican que se detengan. Los dejan pasar. De pronto, una lluvia de balas cimbra la camioneta. Ráfagas de metralla y hasta granadas impactan al vehículo. Las familias huyen despavoridas, pero los disparos matan a dos niños de cinco y nueve años de edad. No hay militares detenidos o sometidos a investigación.
“NO MATARÁS…”
—¿Cómo se acercan ustedes a un soldado cuyos disparos acaban de quitarle la vida a un civil inocente? ¿Qué le dicen? ¿De qué le hablan como sacerdotes cuando ha hecho algo así?
—Les hablamos del respeto por la vida, repasamos el Evangelio, les repetimos la importancia del respeto a la vida humana como uno de los fundamentos de la fe católica…
—Sí, pero, ¿cómo manejan ustedes ante los soldados, ante la tropa que va a las iglesias, por ejemplo, el quinto mandamiento, el “No matarás”? ¿Qué les dicen a los soldados?
Sereno, con voz pausada, el padre Leonardo Rojas Pérez, responsable de la Asociación de Clérigos Castrenses (ACC), creada en octubre de 2001, insiste en su respuesta pero al final añade: “Desde luego nosotros predicamos el principio de la vida, pero al mismo tiempo no podemos ni señalar ni intervenir ni escudriñar cuando otras instituciones no asimilan o simplemente no actúan conforme a la doctrina católica, porque no es parte nuestra el poder juzgar o administrar otras instituciones. Ellos tienen sus propios principios”.
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