miércoles, noviembre 19, 2014


¿Fuera de control?

La tentación autoritaria para acabar con las manifestaciones que no sólo exigen la aparición con vida de los normalistas, sino también la renuncia de Peña Nieto, está presente y muy viva.
1.- Uno de los aspectos característicos de las sociedades y gobiernos en crisis es el de los contrapuntos, el de las visiones opuestas o contradictorias o incluso ante unos o más temas delicados, graves.
2.- Esto es lo que sucede ahora cuando se revisan las posturas de las principales entidades cuya misión es la de garantizar la seguridad interior de la nación y su viabilidad como tal.
3.- Sin dejar de lado la torpeza con la que el presidente Enrique Peña Nieto y sus colaboradores han manejado cada uno de los tramos de la actual crisis de seguridad (o inseguridad) que vive el país, existen otros escenarios que podrían explicar en buena medida la presencia de pseudo anarquistas, de reventadores encapuchados, de incendiarios empeñados en atacar instituciones clave como la UNAM para atraer la atención foránea y desencadenar la represión gubernamental, bajo el argumento del restablecimiento del orden.
4.- Las elecciones federales del 2015, la posibilidad de aprovecharlas para debilitar a un gobierno que dejó crecer más la inseguridad y con ello los espacios de impunidad y corrupción a gran escala, aparecen como explicaciones lógicas y muy a la mano para los tan traídos y llevados gabinetes de inteligencias civil y militar de México.
A estos grandes escenarios habría que sumar la guerra histórica que permea desde hace décadas a las izquierdas de este país, atomizadas, radicalizadas y extraviadas en sus proyectos de nación.
5.- Así es como perciben los analistas de la Sedena, de Marina y de la CNS el actual estado de cosas y sus posibles desenlaces en el corto y mediano plazos.
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