jueves, abril 19, 2007

45 años de Servicio de los T-33.

FOTO: ALDO FLORES.
FOTO: ALDO FLORES.

FOTO: ALDO FLORES.

FOTO: ALDO FLORES.

FOTO: ALDO FLORES.

CELEBRA FAM CASI MEDIO SIGLO DEL ESCUADRÓN AÉREO 402

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN
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Los históricos jets de pelea Lockheed T-33 que forman el Escuadrón Aéreo 402, cumplen 45 años de servicios en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), por lo cual el alto mando aprobó (como lo hiciera en los 25 años de los F-5E ) celebreaciones ad hoc en el ámbito militar.
La siguiente es una importante colaboración de los compañeros ALDO FLORES y MIGUEL A. SÁNCHEZ, quienes elaboraron una reseña sobre la llegada y el paso de los T-33 en las filas de la FAM.
El artículo está brillantemente ilustrado con fotografías de ALDO FLORES, de las cuales se muestra una parte.
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(Los autores del artículo desean manifestar su agradecimiento a los mandos superiores de la Base Aérea No.2, oficiales, técnicos y personal de apoyo del escuadrón aéreo 402, por el apoyo y asesoría brindado durante su elaboración.)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
Es en mayo de 1947, y en respuesta a una petición de la USAF por el elevado número de accidentes operacionales del P-80, que la compañía aeronáutica Lockheed dió inicio a un proyecto con sus propios recursos, para diseñar un avión entrenador de doble cabina que fue denominado como modelo 580.
Tres meses más adelante, la propia fuerza aérea autorizó la modificación de una célula de avión del P-80C en servicio, como el prototipo para el TP-80C.
Los trabajos para alojar el espacio del instructor en la parte trasera de la cabina, se efectuaron reduciendo el tamaño del depósito de gasolina del fuselaje, y alargándose el mismo con una extensión de 1.70 mts delante de la posición del ala y extendiendo en 77 cms la popa.
Para compensar la reducción del combustible en el tanque del fuselaje, se agregaron dos tanques en los extremos de cada ala y eventualmente fueron parte estándar del diseño definitivo del avión.
En un esfuerzo por conservar el peso original, el armamento incorporado fue reducido a sólo dos ametralladoras calibre .50.
El TP-80 en su diseño inicial tuvo su primer vuelo el 22 de marzo de 1948, con el piloto de pruebas Tony LeVier a los mandos de la nave, de manera inmediata se pudo comprobar que sus características aerodinámicas eran ideales para ser utilizado como avión de adiestramiento ya que retenía el mismo performance del P-80C.
Inicialmente, el avión fue solicitado por la USAF en número de veinte unidades, misma cifra que fue aumentada en poco tiempo. Siendo cambiada su designación el 11 de junio de 1948 de TP-80C a TF-80C, y finalmente a T-33A el 5 mayo de 1949. Con el paso de los años y hasta 1958 se construyeron un total de 6,557 aviones y en cuya cifra se incluyen los producidos bajo licencia en Japón por Kawasaki y los fabricados en Canada por Canadair Corporation.
El T-33A fue la primera aeronave jet en el inventario de la USAF, en utilizarse en las funciones específicas como avión reactor entrenador de pilotos y cuya carrera abarca a partir de 1948 y hasta el advenimiento del Cessna T-37A en 1957 y del Northrop T-38A en 1961. Durante diez y nueve años sirvió como avión de entrenamiento de transición para volar los cazas de primera línea en la USAF, siguiendo en este rol en las fuerzas aéreas de la OTAN, en las que los últimos aparatos fueron desprogramados de la Fuerza Aérea de Grecia en las postrimerías de la década de los noventas.
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VERSIONES DEL T-33.
T33A-1/5-LO
Producidos bajo contrato para la USAF.
AT-33A-LO
Versión de entrenador armado para América Latina y Asia Sur oriental.
DT-33-33A-LO
Utilizado como avión director de tiro para entrenamiento.
QT-33A
Avión guiado para tiro aéreo.
NT-33A
Diseñado como avión especial para vuelos de prueba.
RT-33A
Avión de Reconocimiento fotográfico,
TO-2/TV-2
Versión utilizada por la Marina de E.E.U.U. (denominado a partir de 1962 como T-33B).
TC-2D
Usado como avión director de tiro por la Marina de E.E.U.U.
TV-2KD
Avión guiado utilizado para entrenamiento aéreo por la Marina E E. U. U..
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LOS T-33 LLEGAN A MÉXICO:
Los primeros Lockheed T-33 se incorporaron a las filas de la Fuerza Aérea Méxicana en los primeros días del mes de septiembre de 1961, adquiridos a través del Programa de Asistencia Militar (MAP por sus siglas en inglés), proviniendo de un lote de máquinas preservadas en un sitio de almacenaje de la ciudad de Tucson Arizona.
Las aeronaves tenían en promedio 10 años desde su fabricación, pero unas 4,000 horas de vuelo en su célula.
Por lo que generó obligatoriamente un contrato con la Lockheed Aircraft Services Co., para que llevara a cabo los trabajos de adaptación y puesta a punto de las quince máquinas recién adquiridas.
Dicho contrato triplicó el costo de cada avión, de los $31,048.00 USD por cada máquina a $103,046.09 USD de ese entonces.
Como una gran ventaja, todos los aviones contarían con motores a cero horas de operación para iniciar su vida operativa en el país.
Es así que los primeros dos aparatos de este lote inicial llegaron apenas con tiempo para participar en la parada aérea del 16 de septiembre de ese mismo año para la conmemoración de la fiesta nacional de México, es de hacer notar que estos aviones estuvieron tripulados por el coronel Amador Sámano Piña (veterano de la campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial y el segundo aparato por el mayor Ernesto Gomez Ochoa.
Paulatinamente se incorporaron todas las aeronaves hasta que la unidad operativa de transición al nuevo aparato estuvo al completo de su plantilla, para el 15 de diciembre de 1961.
El 27 de enero de 1962 se constituye y pasa revista de entrada el 7º. Grupo Aéreo Jet de Pelea, formado por el EAJP 200 equipado con aviones De Havilland Vampire Mk-III y Mk-XI, y el Escuadrón Aéreo Jet de Pelea 202 que recibe a los Lockheed T-33 A.
Este nuevo grupo Aéreo tuvo su base de manera inicial en la Plataforma Militar del Aeropuerto Central de la Ciudad de México y luego pasó destinado a la Base Aérea Militar de Santa Lucia, durante tres décadas y hasta 1997 fue su zona de operaciones con la misión fundamental de patrullar los cielos del Valle de México apoyando en esta misión a los Northrop F-5 E y F.
Sin embargo, durante el año de 1981, se reciben tres máquinas adicionales provenientes de la Real Fuerza Holandesa.
Su entrada al país siguió uno de esos extraños cursos en los que se tiene que triangular la operación con alguna empresa civil, dadas las restricciones para su adquisición.
Posteriormente, en 1986, se formaliza la compra directamente a los EEUU, de cuarenta aeronaves provenientes en su gran mayoría de los stocks de la Guardia Aérea Nacional.
Con esta nueva remesa se crea la Segunda Ala de Combate con el Décimo Grupo Aéreo, integrando sus unidades operativas a los Escuadrones Aéreos 210, 211 y 212, emitiéndose una propuesta que contemplaba los aviones originales y los recién adquiridos de la siguiente forma:
**15 aeronaves para la BAM No. 4 de Cozumel, Qroo.
**14 aviones para la BAM de Tuxtla Gutiérrrez Chiapas.
** 15 aparatos para la BAM de Mérida, Yucatán, y los restantes para la BAM No. 2 en Ixtepec, Oaxaca.

Aunque finalmente se decidió asignar a los nuevos escuadrones, en las bases aéreas de Merida Yucatán, y Ciudad Ixtepec Oaxaca por su infraestructura física, y los medios técnicos disponibles que hacían idónea la operaciones de estos aviones.
Con esta adquisición y la nueva estructura se dio cumplimiento al acuerdo presidencial de fecha 13 de marzo de 1987, en el que se disponía la formación de grandes unidades militares destinadas a ejercer un estricto control geográfico de la frontera sur del país.
CREACION DEL ESCUADRON 402.
Para mediados de la década de los noventas, la Fuerza Aérea Mexicana experimenta una transformación gradual en su planeación estratégica.
En 1997 se conceptualiza una nueva plataforma de operación, integrando una orgánica muy sencilla y moldeada bajo parámetros técnicos y operativos ya probados en fuerzas aéreas occidentales de primer nivel, dando especial énfasis en la atención inmediata de la población civil en casos de desastres naturales, sin dejar de atender las funciones primarias de seguridad en el espacio aéreo mexicano.
Se decide la integración de los cuatro escuadrones equipados con los reactores T-33, en una sola unidad aérea, asignada a un grupo aéreo y a su vez subordinada a una Ala de Combate, basado el nuevo escuadrón en la Base Aérea Militar No. 2 en Cd. Ixtepec Oaxaca, simplificando con esta nueva estructura de mando, la logística de mantenimiento preventivo y correctivo, trabajos de reparación mayor y concentrando el adiestramiento del personal de vuelo y armeros especializados en este tipo de aeronave en un mismo lugar.
El 1° de Enero de 1998, el Escuadrón Aéreo 402 pasa revista de entrada en la Región Aérea del Sureste mexicano, encargándole el alto mando, la misión de “Salvaguardar el espacio aéreo comprendido en el Istmo de Tehuantepec, y por ende la soberanía de la Nación”.
De manera extraoficial, la unidad es denominada “Escuadrón Aéreo 402 Istmo”. Inicialmente se realizó una evaluación de las células, motores y equipos de las aeronaves disponibles quedando conformada su orgánica por veinticuatro aviones.
Al paso de los años los “Tetras” (como son conocidos en forma afectiva por el personal de vuelo, mecánicos y aficionados nacionales) llevan a cabo misiones de vigilancia en el marco de la operación del “Sistema de Intercepción y Vigilancia Aérea” implementado por la FAM.
Esto ocurre en el marco del funcionamiento del Grupo de Detección y Control, que opera tres radares en el sureste de México.
La presencia de losm T-33 ha dado frutos, al interceptar vuelos de procedencia ilícita y obligar a las tripulaciones de las aeronaves sospechosas a tomar tierra, con el consiguiente aseguramiento del avión y cargamento, por las fuerzas de seguridad terrestres.
Los T-33 mexicanos realizan también operaciones de adiestramiento conjunto con las fuerzas del ejército terrestre en la forma de ejercicios anuales en el Centro Nacional de Adiestramiento de Santa Gertrudis Chihuahua.
En noviembre de cada año se integran los servicios técnicos y de apoyo del escuadrón, formando una escuadrilla de cuatro aeronaves que se desplazan al norte del país para la ejecución de los mismos.
Para el mes de diciembre de 2006, fecha en que se realizó una visita autorizada a la Base Aérea no 2 de Cd. Ixtepec Oaxaca se pudo constatar que el escuadrón mantiene ocho aviones en estado operativo y listos para el vuelo, dejando una reserva en rotación de cuatro aeronaves, para efectos de preservación y continuidad de horas de servicio de este longevo aparato.
CEREMONIA DE ANIVERSARIO.
El mando de la base aérea realizó una sencilla ceremonia en la que se expuso una breve pero concreta semblanza de los cuarenta y cinco años de servicio del Lockheed T-33 A en servicio de la FAM y esto dio paso para dar a conocer el vistoso y llamativo diseño del esquema de aniversario que portan las máquinas seleccionadas.
El color base de las aeronaves es denominado en forma oficial “Verde Olivo” que ocupa todas las superficies del avión.
El motivo pintado en los timones verticales o derivas representa a las siluetas de una escuadrilla de tres T-33 en posición ascendente o trepada vertical rumbo al cenit del espacio aéreo con tres estelas tricolores que simbolizan los colores patrios y por supuesto al arma aérea mexicana, rematado por los dígitos “45” que son los años que desde 1961 y hasta la fecha han prestado servicio.
En la parte delantera del fuselaje esta representada la faz o cara de un guerrero azteca en color dorado (concretamente de un guerrero águila o Cuahtli) definiendo el motivo pictórico, la ascendencia que tuvo este aeroplano en los cielos del valle del Anáhuac (a tiempos actuales mejor conocido como Valle de México) y en cuyo espacio aéreo surcó sus aires por mas de treinta y cinco años. (1961-1997).
En un esfuerzo adicional oficiales superiores, pilotos y personal de apoyo del propio escuadrón se dieron a la tarea de reconstruir al menos 4 máquinas.
Iniciaron prácticamente desde el ensamble de componentes mayores, tales como cubiertas de cabina, tanques externos de combustible, timones verticales y en alguno de los casos recubrir partes dañadas de los propios aviones.
Tomaron piezas en desuso de los depósitos existentes en la base.
Para preservar a la posteridad, se eligieron los esquemas de pintura mas representativos que han portado los T-33 durante sus 45 años de operación en el país.
Se eligieron entre ellos los siguientes numerales: JE-007 en aluminio (1971), JE-048 Boca de Tiburón (1989), -006 Águila Café (1990), -051 Telaraña (1990), 4057 Guerrero Azteca (2006).
Es necesario hacer mención que dentro de las misiones formales del escuadrón, se han realizado trabajos de remodernización a los aviones, consistentes en la adaptación de la consola Collins Pro-line, para optimizar las funciones de radiocomunicación, así como la adopción de dos antenas auxiliares encastradas en la parte superior del fuselaje para facilitar la aeronavegación.
Además, se recuperó un simulador de vuelo original para el adiestramiento de las tripulaciones de estas aeronaves, contando siempre con el respaldo del personal técnico, de mantenimiento y armeros que hacen factible la operación de estos aviones.
Como corolario a este aniversario se realizó un vuelo entre la segunda y tercera semana de diciembre de 2006 con las máquinas seleccionadas con los motivos pictóricos, y realizaron varias pasadas sobre la base, para deleite de los privilegiados espectadores y dejando constancia de su permanencia activa en el inventario de esta arma aérea.
Cuarenta y cinco años de operación con un avión que tiene 60 años de haber sido diseñado representan tal vez un récord en la historia de la aviación mundial; pero para la Fuerza Aérea Mexicana y sus tripulaciones y mecánicos; solo representa una breve salutación ante el enorme servicio que ha dado esta aeronave al país y a su población.
Ya sea atendiendo la noble tarea de entrenar a generaciones y generaciones de pilotos o bien interceptando los innumerables enemigos de la nación. También ha sido de varios valientes, el testigo de sus últimos momentos mortales.
Sin embargo, es un hecho que la admiración, respeto y gratitud de todos los que se han relacionado con esta magnifica aeronave se resume en la frase acuñada dentro de la FAM:
”El T-33 es un avión…que se niega a morir…
gracias Tetras por estos 45 años…!”

Finalmente es sabido que estas aeronaves a pesar de su longevidad, y gracias a la excelente operación y magnífico diseño del avión, sigue dando horas de vuelo a los pilotos de la FAM; en prueba del excelente trabajo desarrollado por la fábrica Lockheed y en tributo al mismo; sus tripulaciones y mecánicos han acuñado la frase:
”El T-33 es un avión…que se niega a morir…”
Los autores del artículo desean manifestar su agradecimiento a los mandos superiores de la Base Aérea No.2, oficiales, técnicos y personal de apoyo del escuadrón aéreo 402, por el apoyo y asesoría brindado durante su elaboración.
AVIONES T-33 A en inventario Escuadrón Aéreo 402
En servicio Operativo
Número de matrícula: 4004
Observaciones: Llegado en 1961 conserva armamento ametralladoras calibre .50
Matrícula: 4009
Matrícula: 4016
Comprado en el segundo lote en 1981 conserva armamento ametralladoras calibre .50
Matrócula: 4019
Llegado entre 1987 a 1988 como parte de la tercera compra equipado con portabombas.
Matrícula: 4022
Matrícula: 4043
Matrícula: 4044
Matrícula: 4046
Aviones en Reserva
Matrícula: 4026
Comprado entre los años 1987 a 1988.
Matrícula: 4051
Matrícula: 4052
Matrícula: 4055
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