Armas y preparación, para enfrentar al crimen organizado.

EN LA PLANCHA DEL ZÓCALO, UN EJÉRCITO CANSADO Y SIN RECURSOS SUFICIENTES.


JORGE ALEJANDRO MEDELLIN

Este martes 16 de septiembre, el desfile militar no mostrará aviones caza de última generación o rifles inteligentes capaces de ubicar al enemigo y dispararle desde una esquina sin tener que enfrentarlo a corta distancia.

No habrá nada espectacular, pero sí lo requerido para hacerle frente a la crisis de violencia derivada de la actividad del narcotráfico que vive el país.

Ese día lo que la gente verá sobre la plancha del Zócalo serán ejercicios de comando, aplicaciones tácticas y armas de reciente compra adecuadas para un fin específico: combatir al crimen organizado, señala Iñigo Guevara, especialista en transferencia de armas latinoamericanas y consultor del Jane’s Information Group en el área de fuerzas armadas latinoamericanas.

Por eso, el gobierno mexicano ha puesto especial énfasis en los últimos años en la compra de material bélico muy específico, centrado en el área de inteligencia, para poder enfrentar desde esa perspectiva a la delincuencia organizada, añade Guevara.

El especialista considera sin embargo, que si bien el material humano con el que se cuenta, las tropas, mandos y oficiales, se caracteriza por tener “gran dedicación”, pero al final de cuentas sigue desaprovechado, porque se carece aún de la tecnología adecuada y de multiplicadores de fuerza acordes a las necesidades del Ejército, la Marina o la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).

La lucha contra el narcotráfico, como la principal forma de organización de la delincuencia, es desde hace 10 años, la parte sustantiva de las misiones que llevan a cabo diariamente las fuerzas armadas mexicanas, con 45 mil elementos combatiendo día a día a los carteles de la droga en periodos de 40 días.

Después de ese lapso, los efectivos son relevados por otros 45 mil elementos, para hacer un total activo de 90 mil militares.

Esto es casi la mitad del Ejército Mexicano, compuesto por cerca de 200 mil individuos.

La cifra no contempla a los integrantes de la Marina, con sus 43 mil elementos y en espera de 10 mil nuevas plazas para incrementar su personal y cobertura en las franjas costeras.

El desgaste de hombres y máquinas ha sido inevitable, acelerado. Iñigo Guevara ve esta situación como otro componente del entorno que viven las fuerzas armadas, y por eso considera que este 16 de septiembre veremos desfilar tanto la entrega y el compromiso como el cansancio de los militares.

--¿Cómo están las fuerzas armadas mexicanas en cuanto a equipo, a material móvil terrestre?

-- Yo diría que cansadas. Si bien el equipo con el que se están realizando la mayoría de las operaciones en la guerra contra el crimen organizado son relativamente modernas (10 a 15 años), llamémoslas maduras, con el uso prolongado, especialmente bajo este tipo de condiciones, se desgasta a un ritmo acelerado.

“La Armada de México ha anunciado sus requerimientos por más de 1,100 vehículos de diversos tipos para sus batallones de infantería de marina, mientras que el Ejército ha solicitado desde hace más de un año la compra de 1,000 vehículos tácticos (Hummer).

Sin embargo creo que estas compras se refieren a mínimos operativos, la realidad es que se necesitan muchos más.

“En cuestión de blindados contamos con unos 200 ejemplares cuyo diseño data de la segunda guerra mundial; el principal problema en este sentido es que operamos unos 16 modelos diferentes de carros blindados de 11 distintas marcas, algunas de las cuales ya ni siquiera existen”.

--¿Tenemos lo que se debe tener para cumplir las misiones encomendadas a las fuerzas armadas o el material bélico con el que se cuenta ya quedó rebasado y es necesario reestructurarlo, renovarlo?

-- Necesitamos reestructurar a las fuerzas armadas, si bien contamos con un sistema de defensa único en el mundo, su desarrollo ha respondido a las necesidades pasadas del estado Mexicano.

“Se necesita fortalecer el poder aéreo, pero lejos de una tercer Secretaría y más burocracia, se necesita una instancia única (civil) que formule la política de defensa y un Estado Mayor conjunto (militar) que la implemente, ninguno debe de ocupar el lugar del otro”.

En este sentido, Guevara señala que renovar el armamento y sobre todo los sistemas de radiocomunicación.

“Necesitamos fortalecer y asegurar la forma en la que nuestras tropas se comunican entre sí y con los puestos de mando.

En cuestión de equipo convencional necesitamos aeronaves (aviones y helicópteros) de transporte y de interceptación, vehículos blindados ligeros para patrullar, embarcaciones de patrulla oceánica, lanchas rápidas interceptoras, transportes de tropas blindados, aviones de vigilancia y vehículos aéreos no tripulados”, señala.

Se está poniendo énfasis en equipo para misiones de inteligencia, eso es lo que se necesita para operaciones como las que se están llevando a cabo, añade Iñigo Guevara.
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MATERIAL BELICO.

EJERCITO MEXICANO Y FUERZA AEREA:
--Cuenta con 405 aeronaves.
--Destacan 3 plataformas aéreas Embraer, para ubicación e intercepción de blancos sospechosos de traficar droga.
--Tres aviones radar C-26, para apoyo en lucha antidrogas.
--Los Embraer y los C-26 forman parte del Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA).
--10 mil fusiles de asalto FX-05 Xiuhcóatl, fabricados íntegramente en la Sedena.
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ARMADA DE MEXICO:
--Tres plataformas aéreas E-2C Hawkeye, para vigilancia e intercepción marítima.
--Ocho aviones C-212 Aviocar, para patrulla marítima.
--Dos lanchas de alta velocidad Clase Defender, para apoyo en operaciones de rescate.
--Dos corbetas misileras Clase “Huracán”, para vigilancia en la Sonda de Campeche.
--10 lanzadores de cohetes Igla.
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